Cerro del Toro Albariño 2020, el mar dentro de la botella
Fiel a un estilo que lo aproxima, y mucho, a las Rias Baixas, la tercera cosecha elaborada por el enólogo Martín Viggiano con uvas cultivadas en las cercanías de Piriápolis, no esconde ese carácter mineral-salino propio de los grandes ejemplares de esta variedad. Expresión de un terruño marítimo, este blanco que encanta paladares, luce un potencial que se supera zafra tras zafra, haciendo suponer un futuro cercano muy promisorio para la cepa en Uruguay.
Hace no mucho más de una década y media, nada hacía pensar que una uva como la Albariño fuera a captar la atención y a conquistar tantos consumidores por estas latitudes. Años atrás, ese lugar parecía ser ocupado por otra uva y, por consiguiente, el vino con ella obtenido - el Sauvignon Blanc - que, rindiendo en muy buenos frutos, llegó a ser considerada por muchos como ''la uva blanca de Uruguay''.
Y si bien, en la actualidad la Sauvignon Blanc continúa produciendo vinos bien interesantes, su brillo fue eclipsado por esta otra blanca de origen ibérico, que a más de 10.000 kilómetros de su cuna - cruzando el Océano Atlántico - todo indicaría, ha encontrado un segundo hogar en el Sur de Uruguay.
Un origen que no se oculta en el Cerro del Toro Albariño 2020, vino que tuvimos el placer de degustar este pasado 28 de julio, cuando - en su lanzamiento - fuera servido para un pequeño grupo de invitados, que de primera mano pudimos comprobar las bondades de una zafra excepcional, donde la climatología rindió en frutos de una calidad que sorprendió a agrónomos y enólogos.
Orgulloso con el resultado obtenido en la recién pasada campaña 2020, el enólogo Martín Viggiano - presente en el lanzamiento - se mostró más que satisfecho con este expresivo Albariño "que permaneció sobre sus lías durante un corto período de cuatro meses, hasta que fue embotellado" y que se muestra muy vivaz, aromático, con una boca fresca y a la vez de buena persistencia, muy fiel a un estilo que nos hace recordar los buenos ejemplares gallegos, y que lo convierte en un vino que además luce buen potencial gastronómico.
Gran compañero de los frutos del mar, es un vino que armoniza de maravillas con pesca blanca, camarones y langostinos, pulpo, y en preparaciones como ceviches, rolls de sushi y piezas de sashimi, pero también con quesos cremosos y ensaladas de vegetales verdes, o por qué no, con una simple tortilla de papas.
Otra de las novedades dadas a conocer en el evento de lanzamiento, son las pequeñas botellas de 187 ml. que - de acuerdo a lo comentado por los amigos Pablo Ricciardi y Andrés Larrosa de P&A Gestiones Comerciales - ''es el único Albariño a nivel mundial envasado en este formato''.
¡Salud y larga vida al Albariño uruguayo!
Texto: Sommelier Daniel Arraspide