Un finde de disfrute ideal en Carmelo y sus cercanías (2)
Si recordaste un lugar de Uruguay donde viviste experiencias de esas placenteras, de las que luego charlando con amigos contagiaron las ganas de poder vivirlas, seguro pensaste en Carmelo. Allí es donde confluye lo simple con lo sofisticado, donde sabe compartir espacio lo rústico con lo refinado, donde el paisaje rural se aprecia a escasos minutos de lo urbano, y donde conviven en armonía emprendedores locales con empresarios venidos del exterior. Lugar con una oferta turística variopinta, modelada con inspiración en el vino, sinónimo del buen vivir.
Luego de un día repleto de buenas experiencias vividas - como comentamos en la primera parte del artículo - y habiendo descansado confortablemente, con las pilas recargadas nos dispusimos a dar una vuelta por la calle 19 de abril en la Ciudad de Carmelo, llegando hasta el bellísimo puente giratorio. El mismo que hace poco tiempo atrás, y durante un período estuvo cerrado al tránsito, pues había sido afectado en su estructura por el choque producido accidentalmente por barcos abandonados que rompieron amarras en un embarcadero cercano, recuerdan?
Así que después de un breve tour urbano, que incluyó la Plaza Independencia (lugar donde la identidad vitícola carmelitana se identifica simbólicamente en esculturas) sobre las 21 hs. nos dispusimos a cenar en el bello salón principal del Restaurant Campotinto, que con una acotada pero bien fundamentada carta, ofrece platos elaborados en base a buenas carnes, pastas fatto in casa, y variados vegetales cultivados en la huerta propia. La oferta de vinos locales - tanto los elaborados in situ en la bodega del establecimiento, como otros de bodegas vecinas - hace que se pueda experimentar un menú 100% Carmelo. Nada mejor que ello cuando se está visitando una zona agrícola!
Aquí la materia prima (léase producto de temporada) es la estrella del menú. Imperdibles las bruschetas clásicas, bien servidas sobre pan de campo con un concassé de tomates, albahaca en un fino corte chiffonade, y claro, un excelente AOVE (aceite de oliva virgen extra) regando el conjunto. Otra recomendación es la ensalada de verdes con ricota y frutas de estación, que llega a la mesa con ingredientes súper frescos, dejando a cualquier amante de estas preparaciones - no solo a vegetarianos - gratamente agradecido. Una riquísimo plato de carne de cerdo cocinado al horno y acompañado con papas rústicas - que optamos por compartir entre dos - fue el principal que, al lado de una botella del muy bien logrado blend tinto Tannat / Marselán, de nombre Born Free (en homenaje a "Gingin" Viganó, padre de Diego, alma máter de Campotinto) regó nuestra cena con elegancia y se extendió hasta la hora de la sobremesa.
El domingo nos propusimos despertar no tan tarde, desayunar, y salir a caminar por el Camino de Los Peregrinos (una de las principales calles en la campiña de San Roque, Colonia Estrella) ya que a las 11 hs. nuestra cita estaba marcada en Almacén de La Capilla (Bodega Cordano) el atractivo establecimiento con reminiscencias de campo comandado por el matrimonio de Ana Paula Cordano y Diego Vecchio. Previo check-out en Campotinto, un par de minutos antes de la hora señalada estábamos allí - en la propiedad de los Cordano-Vecchio - deseosos por vivir una nueva experiencia, en este caso acompañando un grupo de amigos con los que habíamos combinado coincidir en el lugar.
Recibidos por los amables anfitriones, la invitación fue para recorrer primero el viñedo donde variedades tradicionales como Chardonnay, Moscatel de Hamburgo, Cabernet Sauvignon y Tannat (entre otras) son cultivadas, para luego pasar a la bodega, en la que elaboran tanto vinos de mesa como partidas limitadas de vinos finos, con un cuidadoso manejo a cargo de la enóloga Ana Zapata. Produciendo principalmente dos líneas de vinos finos, a saber: 5ta. Generación y Almacén de La Capilla, el primero mencionado hace referencia a la historia familiar, y el segundo se vende exclusivamente en el establecimiento y unos pocos lugares más. La producción limitada de unas diez mil botellas anuales se comercializa mayormente en el propio almacén, en el que además suman para la venta quesos, fiambres y embutidos de pequeños productores regionales, mermeladas y conservas, artesanías y otros productos por demás interesantes.
Ya dispuestos a degustar los vinos, una muy buena selección de etiquetas estuvo bien servida y comentada, además de acompañada por riquísimas tablas de panes, quesos variados, aceitunas, tomates cherry, bondiola, jamón, y hasta una riquísima jalea, que se ganaron los aplausos de todos los participantes. Una experiencia sumamente recomendable y descontracturada que todo apreciador de las buenas cosas de la vida no debería pasar por alto.
Todo recorrido bien pensado tiene un inicio y un final, o por lo menos lo que solemos denominar como "la primera" y "la última visita" en un tour en el que siempre (nunca sucede lo contrario cuando somos bien recibidos) falta tiempo para visitar más lugares y así aprovechar para vivenciar más experiencias. Así que la idea fue volver a ese lugar que hemos visto crecer desde hace más de nueve años - cuando en marzo del 2013 por indicación de la amiga y enóloga Valeria Chiola - conocimos Bodega Boutique El Legado y a la preciosa familia que está detrás de ese emprendimiento. Por ese entonces solo producían su bellísimo Tannat Reserva, vino que nos impactó ya desde el primer trago.
Bernardo Marzuca y Maria Marta Barberis presentando a El Legado (marzo de 2013)
Hoy, luego de ese tiempo acompañando a estos amigos emprendedores que el vino posibilita conocer, y más allá de los golpes injustos que la vida pareciera dar, volver a este lugar siempre nos genera una magia especial. Momentos tan especiales, quizás diferentes, pero especiales al fin, que son atesorados en la mente y el corazón. Para quienes tuvieron la inmensa suerte de haberlo conocido, no encontrarán extraño que cuando ahora visitamos El Legado, nos parece ver al propio Bernardo Marzuca (Beri para los amigos) caminando sonriente entre las viñas, abriéndonos una botella de su espectacular Syrah, o con el "calador" en una mano y la copa en otra sirviendo vino directo de una barrica entre bromas y jocosos comentarios.
Sea para hacer una visita guiada con posterior degustación, almorzar una muy buena selección de carnes, embutidos y verduras a las brasas, y/o hospedarse en la coqueta posada boutique de cuatro habitaciones totalmente confortables, pasar por Carmelo y no visitar este lugar debería ser considerado una verdadera pena. Si nos permites una última recomendación: déjate seducir por lo especial de este establecimiento familiar; por la atención de Maria Marta, Santiago y Federico; disfruta de sus vinos exclusivos elaborados en partidas limitadas, y luego date un tiempo, relájate hasta la puesta de sol, hidratándote bien antes de emprender el regreso a tu hogar. No quieras probar todo de forma desmedida, deja algo para tener un pretexto y así volver.... porque siempre se vuelve al lugar donde uno se siente como en casa!
(lea aquí la primera parte de esta experiencia)
Algunos datos útiles....
Restaurante Campotinto - Contacto al +598 4542 7744 - Instagram.com/campotinto
Almacén de La Capilla / Bodega Cordano - Contacto al +598 99 544 255 - Instagram.com/almacendelacapilla
El Legado Bodega Boutique - Contacto al +598 98 666 001 y +598 98 307 193 - Instagram.com/el_legado_bodega_/
Texto: Sommelier Daniel Arraspide
Fotos:
Andrea Fontes, D. Arraspide, Divulgación